lunes, 12 de agosto de 2013

FINANZAS



       
GLOSARIO PARA LOS NIÑOS
  Economizar: Buscar maneras de gastar menos dinero.
  • Ahorros: Dinero que se guarda para utilizar más tarde.
  • Ingresos: Dinero que una persona recibe. Puede ser como regalo o a cambio de trabajar.
  • Deuda: Dinero que una persona debe a otra. Es decir, dinero que una persona tiene prometido pagar a otra.
  • Saldo: El dinero total que hay en la cuenta.
  • Presupuesto: Un plan para ganar, gastar y ahorrar dinero.
  • Ahorrar: No gastar todo el dinero que se tiene, sino guardar un poco para poder utilizarlo más adelante.
  • Gastos: Dinero que una persona tiene que pagar para comprar cosas.
  • Banco: Un lugar seguro para guardar el dinero para no perderlo.

LECTURA PARA LOS PADRES.

Los buenos hábitos financieros deben comenzar a fomentarse desde tempana edad a fin de que los niños se acostumbren a manejar su dinero adecuadamente.
Esos cimientos financieros les ayudarán a mantener una buena relación con su billetera cuanto sean grandes.
Una vez que has decidido hablar con tus niños sobre finanzas personales surgen de inmediato las preguntas: ¿cómo debo hacerlo? y ¿por dónde empiezo?
REVISA ESTAS  RECOMENDACIONES:
*Hay que enseñarles la diferencia entre necesidades y deseos, así establecerán límites entre aquello que realmente necesitan y lo que desean comprar.
*Que conozcan el valor y el precio de las cosas. Por ejemplo, en el supermercado es oportuno poner ejemplos y  comprar precios y márgenes de ahorro al comprar un producto.
*Si acostumbras darles a tus hijos dinero semanalmente comparte con ellos ideas para aprender a ahorrarlo y administrarlo.
*La mesada es un buen instrumento para fomentar el ahorro, enséñales a ser pacientes para el logro de sus objetivos financieros y a tener control sobre los gastos.
*Si les pides que ayuden en actividades en el hogar y les remuneras por ello, procura no darles demasiado, pues convertirán sus obligaciones domésticas en negocio.
*Evita darles "préstamos" constantemente porque reforzarán la creencia de que los padres tienen acceso a cantidades ilimitadas de dinero.
*Si les das dinero para comprar dulces o desayuno en la escuela, sugiéreles comparar precios y calcular cuántos y cuáles caramelos pueden comprar por un mismo precio.
*Los niños aprenden más con el ejemplo de los padres, por lo que es recomendable que realices un buen manejo de las propias finanzas personales y los hagas partícipes.
*Es fundamental crear una buena comunicación con ellos, platica sobre sus inquietudes, gustos, desagrados y problemas, así crearás un lazo de confianza que les ayudará en su autoestima y propia seguridad.
*Si tus hijos son adolescentes, ellos podrán fijarse metas y establecerse planes de ahorro, además de manejar más responsablemente sus ingresos en un futuro.
MANEJO DEL HOGAR COMO UNA EMPRESA?
no es muy diferente a manejar las de una empresa. Ambos requieren metas a largo plazo y planes estructurados para conseguirlas, En entrevista con la revista Dinero Inteligente de diciembre 2012, Ávalos cuenta cómo es el puente que hay de la casa a la empresa en el área financiera y enseña cómo le hace ella en ambos escenarios: 
¿Qué has llevado de la estrategia financiera de la empresa a la administración de la casa?
En la familia, como en la empresa, debes tener una visión de tu horizonte de planeación. Saber qué pretendes alcanzar en el largo plazo. No tiene que ser numérico, por ejemplo: quiero vivir con independencia y no depender de los hijos; formar una familia bien educada o capaz de tener un negocio propio.
Y de ahí, igual que en la empresa, establecemos prioridades [...]. Definimos el presupuesto familiar, igual que en la empresa, por renglón. Sabemos cuánto queremos gastar en hipoteca, en el carro, en el ahorro -que es un renglón de erogación- y establecemos el objetivo mínimo de ingresos.

Y de tu vida familiar, ¿has llevado ideas al área financiera de la empresa?
Yo hago las compras de la casa y me interesa ver cuánto cuesta el tomate. Muchos directores financieros hombres no van al súper y no saben cuánto cuesta el kilo de tortilla o el de huevo, y por eso es muy difícil entrar al terreno de lo concreto. A mí me ha ayudado hacer este trabajo minucioso en el hogar y lo traigo a la empresa, porque me gusta ver renglón por renglón: cuánto se gasta la empresa en sueldos, en luz, en boletos de avión.
Otro tema que me he traído de la casa a la empresa es el consejo de mi abuela  Si se le acababa el dinero de una bolsa, no usaba de la otra. Eso en el fondo es un cajón presupuestal. Cuando debo hacerlos en la empresa, me queda muy claro que no es correcto sacar de uno para el otro, porque pierdes control.

Una educación para el futuro

  • La falta de una educación financiera perjudica las posibilidades futuras de su hijo.
La paternidad es quizá la responsabilidad más grande que existe. La educación que proporcionamos a nuestros hijos determina qué tipo de personas serán de mayores. Los padres responsables preparan a sus hijos para que sean adultos productivos e independientes, con confianza en sí mismos, respeto a los demás y con la oportunidad de alcanzar sus sueños. Es decir, para que sean felices.

Para ello, aparte de ofrecerles la mejor formación posible, les enseñan multitud de habilidades y les imponen cierta disciplina para que desarrollen buenos hábitos. Por desgracia, muchos padres olvidan (o no saben) enseñar a sus hijos la importancia de gestionar, ahorrar e invertir su dinero. La falta de una sólida educación financiera perjudica el desarrollo y las posibilidades futuras de cualquier persona, ya que las decisiones financieras que toma condicionarán su vida.
La responsabilidad financiera es una parte crítica de la educación y, al igual que otros importantes hábitos y actitudes como la cortesía, el orden y los hábitos de estudio, se adquiere desde edad muy temprana.
¿Qué pueden hacer los padres para que sus hijos adquieran responsabilidad financiera?
¿Cómo enseñar a los niños "el valor del dinero"?
¿Cómo minimizar el "cómprame esto"?

Lección 1: Dar buen ejemplo
 

Los hijos suelen seguir el ejemplo de sus padres más que sus consejos. Si usted es gastador y vive al día, es difícil que su hijo sea distinto. Ponga en práctica las lecciones sobre el presupuesto personal, el ahorro y el control sobre los gastos y sobre el endeudamiento del bloque "Cómo llegar al fin de mes".
Enséñeles con el ejemplo que no hay que comprar de forma compulsiva, sino estableciendo prioridades para distinguir entre lo necesario y lo deseado, comparando precios y ahorrando en vez de tirar de la tarjeta. Es importante que vean que a veces hay que esperar para poder adquirir lo que se quiere. Involucre a sus hijos, sobre todo a los adolescentes, en la planificación del presupuesto familiar, para que entiendan los objetivos financieros de la familia (comprar un coche nuevo, ir de vacaciones, pagar los estudios…). Explíqueles también cualquier estrategia de inversión y ahorro que pueda tener.
 

Lección 2: Hablar con su hijo sobre el dinero

Si pregunta a muchos niños “¿de dónde viene el dinero?”, responderán “de los cajeros automáticos”. Nos acompañan a sacar el dinero y ven que si se pulsan unos botones salen billetes que sirven para comprar cosas. Cuando piden que se les compre algún capricho y decimos que no, porque no hay dinero, su pensamiento lógico es “pues vuelve al cajero a buscar más”. Ante una negativa, pensarán que somos unos malvados y cogerán una rabieta. La magia de las tarjetas es un concepto todavía más difícil de comprender.
Los niños no pueden aprender el valor del dinero si nadie se lo enseña. Normalmente, con 5 ó 6 años, ya son capaces de comprender conceptos financieros básicos. Aprovechemos las ocasiones para explicarles:
  • Que mamá y papá tienen que trabajar muchas horas para ganar dinero.
  • Que cuando nos pagan, dejamos el dinero en un banco para que nos lo guarde.
  • Que ese dinero es necesario para pagar cosas importantes como la casa, el coche, la gasolina, la comida, el colegio, la ropa, la electricidad, el teléfono…
  • Que sólo podemos sacar del banco o del cajero el dinero que allí hemos dejado. Cada vez que sacamos dinero, nos queda menos en el banco.
  • Que cada vez que se compra algo con la tarjeta de crédito, también se gasta el dinero guardado en el banco.
  • Que si se gasta todo ya no queda más.
  • Que siempre hay que ahorrar un poco para poder comprar cosas especiales como los regalos o las vacaciones o para emergencias.
  • Que tener más dinero no hace que una persona sea mejor que otra, pero sí permite tener más oportunidades.
Mujer con su hijo en un supermercado observando un producto

Algunos ejemplos de ocasiones para hablar con los hijos sobre el dinero:
  • Al sacar dinero del cajero o de la sucursal.
  • Al pagar una compra, con dinero en efectivo o con la tarjeta de crédito.
  • Cuando compara precios de productos en el supermercado.
  • Cuando escribe un talón para pagar una factura.
  • Cuando revisa los extractos del banco.
  • Cuando va al banco para hacer un ingreso o cualquier otra gestión.
  • Cuando planea las vacaciones.
  • Cuando repasa el presupuesto familiar.
  • Si cambia de proveedor de Internet o teléfono por una oferta mejor.

Lección 3: La paga

Algunos padres tienen la costumbre de dar un dinero semanal a sus hijos: La paga. Por lo general, la paga es la primera experiencia de un niño con la independencia financiera. Se trata de una herramienta inmejorable para educar sobre la importancia del presupuesto personal. Tenga en cuenta que las actitudes y hábitos de gasto que desarrolla ahora con su primer dinerito serán difíciles de cambiar más adelante. Es muy importante establecer unas reglas básicas para que la lección aprendida sea la adecuada.
La base de la paga es, por supuesto, criterio de los padres. Algunas familias dan una cantidad semanal o mensual y otras pagan por tareas realizadas o por recibir buenas notas. Pero recuerde que el objetivo de la paga debería ser enseñar a su hijo la importancia de gestionar bien su dinero, y no simplemente premiar o castigar comportamientos. No querrá que su hijo sólo limpie su cuarto o estudie cuando necesita dinero, ni que extienda la mano cada vez que se le pida colaborar en las labores domésticas. Una opción aconsejada por los expertos es dar una cantidad base semanal (mejor que mensual), con la posibilidad de ganar algo extra por hacer ciertos trabajos adicionales. Así aprenderá a planificar teniendo unos ingresos regulares y además conocerá el valor de un trabajo bien hecho.
La paga no tiene por qué representar un gasto adicional para los padres. No se trata simplemente de repartir dinero, sino de transferir a sus hijos la responsabilidad de pagar ciertas cosas. Es decir, en vez de tener que comprarle golosinas cuando le acompaña a hacer la compra, será él quien tenga que pagarlas con su dinero.

En cuanto a la cuantía, también depende de la situación y posibilidades de la familia, pero es importante recordar que la paga ha de servir para que los niños aprendan:
  • Que el dinero no es ilimitado. Sólo se dispone de una cierta cantidad.
  • Que no se puede comprar todo lo que se quiere: hace falta priorizar y luego ahorrar para logar un objetivo.
  • Que cuesta ahorrar.
  • La diferencia entre necesidades y deseos.
Dar demasiado dinero sólo fomentará actitudes y malos hábitos de gasto que podrían perjudicar a su hijo el resto de su vida. Recuerde que, si se hace bien, se trata de dinero que probablemente tendría usted que gastar de todas formas.
Para estimar una cantidad, haga una lista de algunos de los gastos discrecionales habituales de su hijo (que ahora paga usted). Decida de qué gastos quiere que se responsabilice su hijo. Según su edad y madurez, estos podrían ser chucherías, cómics, juguetes, DVD, helados y refrescos, entradas para ir al cine, material escolar y deportivo, ropa, el abono de trasporte y el teléfono móvil. La paga debe cubrir los gastos que quiere que pague su hijo más algo para que pueda ahorrar o comprar otras cosas. Puede empezar con poquito dinero, suficiente para cubrir uno o dos conceptos y luego subir la paga a medida que coja confianza y se responsabilice de más gastos. No olvide aumentar la cantidad cada año para compensar el incremento del coste de la vida.
Explique a su hijo por qué se le está pagando, cuánto recibirá y qué responsabilidad tendrá con respecto al dinero recibido. Es el momento de explicarle cómo funciona un presupuesto personal. Sus ingresos son el importe de la paga más otras posibles entradas de dinero que recibe por trabajos realizados y regalos. Su hijo debe presupuestar la cantidad que va a gastar por semana en cada concepto, y por último, calcular la cantidad que le quedará para gastar en otras cosas y para ahorrar. Luego, tiene que ponerlo en práctica y aprender a autocontrolarse.
El reto para los padres siempre es proteger a sus hijos para que no se hagan daño, pero también dejarles suficiente libertad para que aprendan de sus errores. Al principio, su hijo necesitará un poco de ayuda para aprender a administrar su dinero. Quizá sea necesario recordarle cuánto le queda y darle consejos sobre cómo economizar para ahorrar un poco. Pero si gasta toda la paga semanal el primer día y pide más, hay que ser firmes y decirle que no. De lo contrario, la lección aprendida será que eso del presupuesto no tiene importancia, que se puede gastar lo que se quiera, que no pasa nada… Cuanto antes aprenda a ser responsable con su dinero, más fácil será su vida.
Si ve dos cosas que quiere comprar y sólo le llega el dinero para comprar una, tendrá que aprender a decidir cuál de las dos es más importante.
El objetivo de la paga es enseñar a su hijo a ser responsable y gestionar bien su dinero.
Tampoco conviene caer en la trampa de adelantarle dinero cada vez que quiere comprar algo y no le llega la paga. Eso fomenta un comportamiento de “comprar ahora y pagar después”, que es la raíz de problemas de endeudamiento de muchos adultos. Si decide prestarle, póngalo por escrito, fije un plazo de tiempo para que pague la deuda y asegúrese de cobrarlo. Es preferible regalar el dinero que enseñar que no pasa nada si no devuelve un dinero prestado.

Lección 4: Fomentar el ahorro

Uno de los regalos más importantes que un padre puede hacer a su hijo es inculcarle la importancia de convertir el ahorro sistemático en parte de su vida. Pero en vez de obligarle a ahorrar el dinero que recibe, puede ser más eficaz esperar a que se encapriche por algo (normalmente no tendrá que esperar mucho) y aprovechar la oportunidad para explicarle que puede comprarlo con su propio dinero, y que le ayudará a hacerlo. El proceso tiene estos pasos:
Tres iconos: calculadora, hucha y un carrito de una compra.
  1. Planificar
  2. Economizar y ahorrar
  3. Comprar cosas.

Su hijo tendrá más incentivos para ahorrar si le permite que establezca sus propias prioridades, dentro de lo razonable. Ayúdele a ponerlo por escrito, y si se trata de un niño pequeño coloque en un lugar visible una foto o dibujo de la cosa que quiere comprar. Ayúdele también a calcular cuánto tiene que ahorrar y cuánto tiempo necesitará si ahorra un porcentaje de su paga (cuanto más ahorre, menos tiempo tardará).

Las primeras veces que su hijo se plantea ahorrar para comprarse algo, es fundamental que la experiencia sea positiva y que vea recompensado su esfuerzo. Se trata de fomentar el hábito del ahorro.
Los niños muy pequeños necesitan comprobar físicamente cómo crecen sus ahorros y se acercan a su objetivo. Por ejemplo, una hucha transparente permite ver el contenido. También se podría pintar en un papel un gráfico cuyas barras irán creciendo según se acercan a su objetivo.
Conviene que los primeros objetivos sean fácilmente alcanzables en dos o tres semanas como máximo. Luego, a medida que su hijo crezca, podrá fijarse plazos más largos de ahorro para adquirir objetos más costosos. Para echarle una mano y evitar que se frustre, ofrézcale la posibilidad de realizar pequeños trabajos para ganarse un dinero extra. También puede pagarle un interés: por ejemplo, por cada 10 euros que mantenga en la hucha, déle 50 céntimos o un euro de más. Si está ahorrando para poder comprar algo importante, podría incluso ofrecerse a contribuir con la misma cantidad que él ahorre (por ejemplo, si está ahorrando para una bicicleta y llega a tener 50 euros, añádale otros 50 para animarle).
Niña sujetando un billete de 20 euros.

Fijarse un objetivo, hacer sacrificios y ahorrar parte de la paga, ver cómo crecen sus ahorros y al final conseguir comprar el producto anhelado con su propio dinero es una experiencia muy beneficiosa para la autoestima de un niño. Es también una excelente forma de aprender a priorizar, distinguiendo entre las cosas que realmente son importantes y aquellas de las que se puede prescindir.


La primera cuenta bancaria.

Ha llegado el momento en que se puede pasar de la hucha a la primera cuenta bancaria.
La mayoría de las entidades de crédito comercializa libretas de ahorro y otros productos diseñados especialmente para niños y jóvenes. Muchas ofrecen incentivos añadidos como actividades, sorteos y regalos, desde cromos hasta videojuegos.
Las libretas de ahorro infantiles se caracterizan normalmente por:
  • Liquidez total. Es decir, uno puede ingresar y retirar dinero libremente.
  • Ausencia de gastos y comisiones.
  • Remuneración baja: El tipo de interés que abonan es muy pequeño.
  • Los titulares pueden ser desde recién nacidos hasta una edad límite en torno a los 25 años.

No se trata de un producto especialmente rentable, ni aporta ventaja fiscal alguna, pero sí cumple el importante objetivo didáctico de enseñar a ahorrar. Algunas entidades ofrecen un poco más de rentabilidad, pero establecen a cambio la obligación de ingresar cada año una cantidad mínima.
Niña firmando la apertura de una cuenta.


Si abre una cuenta para su hijo, dé importancia al acontecimiento y conviértalo en una ocasión especial. Tiene mucho más valor educativo acompañarle a la oficina que simplemente entregarle una cartilla como regalo. Si tiene confianza con algún empleado de la sucursal, coménteselo antes y busque un día y hora en que podrá atenderle personalmente. Si alguien sale a recibirle, le da la mano y le trata como cliente, será una experiencia que no olvidará y otorgará más importancia a la gestión de sus finanzas. Y no deje de animarle para que siga realizando ingresos de forma regular.
En la mayoría de las libretas infantiles no se pueden domiciliar pagos, ya que son productos para ahorrar. Sin embargo, algunas entidades ofrecen otros modelos de cartilla que, según la edad, se asemejan más a cuentas corrientes, con algunas domiciliaciones y la entrega de tarjetas de débito para jóvenes y hasta tarjetas de crédito para los más mayores. Pero es importantísimo que demuestren ser responsables con sus ingresos y gastos antes de plantearse la posibilidad de una tarjeta.
En los últimos años se ha ampliado la oferta de productos bancarios para niños, más allá de la libreta infantil. Ahora existen planes de ahorro infantil y otras opciones que combinan el ahorro con un seguro de vida, en el que el titular es el padre y el beneficiario, el hijo.


Lección 5: Enseñarles a ser consumidores inteligentes


Los medios de comunicación nos bombardean cada día con una cantidad ingente de mensajes publicitarios. Los niños son especialmente impresionables por estos mensajes y necesitan, por su propio bien, desarrollar una capacidad de análisis crítico.
  • Los niños muy pequeños ni siquiera distinguen los anuncios de los programas de televisión. Vea con ellos sus programas favoritos y jueguen a decir ¡anuncio! cuando estos se emiten.
  • Explíqueles que la función de la publicidad es convencernos para comprar un determinado producto, pero que sólo nos cuentan sus características positivas y no las negativas. Hágales ver que a veces ni siquiera es verdad todo lo que dicen. Como actividad, pida a su hijo que invente un anuncio sobre algún producto que conozca, pero no le guste mucho, intentando destacar sus cualidades.
  • Cuando estén en una tienda, compare los productos reales con sus anuncios. Pregúntele qué diferencias nota y cuál es más atractivo, el anuncio o la realidad.
  • Cuando se va de compras, enséñele a comparar dos productos por su precio, tamaño y calidad. Explíquele por qué uno resulta mejor compra que el otro.

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